jueves, 23 de abril de 2009

Bandas que deberían venir al Perú

Durante estos meses hay gran cantidad de artistas que vienen al Perú, conciertos históricos de bandas que vienen por primera vez (algunas después de mucho tiempo), esto ayuda a que se marque un precedente y otros grupos se "atrevan" a pisar suelo peruano a dar un concierto, esto es bastante bueno pero aún faltan muchos que todavía deben venir sobretodo artistas o bandas más actuales.

Como mencioné en el post "Lluvia de estrellas" (http://elgritodelaexpresion.blogspot.com/2009/03/lluvia-de-estrellas.html) hay varios factores que hacen que más artistas vengan pero si se dan cuenta la mayor parte de artistas que han venido son de algunas décadas atrás salvo conciertos como el de Oasis o Jonas Brothers que son actuales.

Entre los artistas que deberían venir yo elegiría: Aerosmith, Coldplay, Red Hot Chili Peppers, Lenny Kravitz y Snow Patrol. Si bien creo que es difícil que vengan al Perú, creo que si alguno llega a realizar una nueva gira por Latinoamérica ya no se saltearía el Perú. A Lima le falta crecer como "plaza de conciertos" de Sudamérica pero yo sé que está por buen camino y pronto veremos artistas que ahora sólo pasan por Buenos Aires, Santiago o Sao Paulo.

Recuerdo que hace unos años Lenny Kravitz hizo una gira en este continente y visitó Buenos Aires y Brasil donde incluso realizó un multitudinario concierto gratuito (¿se imaginan lo que hubiera sido eso aquí?) donde, a decir verdad, me quedé con las ganar de ir. El caso de Coldplay es diferente ya que nunca han venido a Sudamérica pero con seguridad tienen gran público que llenarían cualquier concierto.

Que estos artistas vengan al Perú aún parece complicado pero espero que en los próximos años alguno de ellos vengan y así como yo muchos otros puedan disfrutar de un gran concierto.

Aquí les muestro un par de videos de Coldplay y Lenny Kravitz en concierto.













miércoles, 15 de abril de 2009

Yala

Algo que siempre me fascinó desde niño es coleccionar albumes de figuritas, casi todo el dinero que me daban lo gastaba en figuritas y, como tenía que tener el album completo, muchas veces iba al Centro de Lima donde conseguía las últimas que necesitaba, las más yucas pagando hasta S/1.5 por cada una o incluso más.

La verdad que es un gran negocio, principalmente para los kioskos. Muchas veces cambiaban las repetidas o "repes" por las que no tenías pero el detalle estaba en que era 2x1 o hasta 3x1 por lo que salían ganando; obviamente esto no importaba sino el hecho de tener una figurita más y estar cerca de completarlo. También pienso que era muy emocionante cuando abrías un sobre y decías "yala", "nola" o sino "yee me tocó un holograma" o "un vale", era como si abrieras una caja sorpresa de la cual no sabes qué regalo hay dentro.

Los dibujos animados eran la base de casi todos los albumes, es así como la moda hacía que lanzaran el album y fuera un éxito. Si bien he coleccionado decenas de albumes (que en su mayoría todavía conservo), los más recordados son los de Dragon Ball Z, Pokemon, Caballeros del Zodiaco, Power Rangers, Los Picapiedra y El Rey León. No hay duda que los primeros arrasaron con todo y podías encontrar la continuación (había 4 albumes de Dragon Ball Z y 3 ó 4 de Pokemon). Personalmente, era fanático de Dragon Ball y creo que su colección fue la que más disfruté.

Tampoco pueden faltar los albumes de los Mundiales. Son clásicos que nunca pasan de moda y siguen emocionando generación a generación (aunque más bonito sería que la selección también esté jeje). No importa la edad que tengas igual te va atraer coleccionarlos ya que al fin y al cabo son un recuerdo. El último que tuve fue el de Alemania 2006, cuando ya había empezado la universidad y muchos también lo coleccionaban aunque la mayoría eran hombres (si había alguna mujer era porque le gustaban los jugadores). Esto último me recuerda que los albumes en su mayoría se dirigen hacia los hombres y muy pocos tales como Candy o Erre way se dirigen hacia las mujeres ya que no les llama la atención más que para soñar con el chico de la foto, es la verdad y creo que cualquier chica que lea esto no me va a dejar mentir.


miércoles, 8 de abril de 2009

El último adiós


Esta mañana vendimos uno de nuestros autos, el más antiguo y con el que pasamos diversos momentos y como cualquier cosa tiene sus recuerdos. Se trata de un Toyota Corona del 83 que también perteneció a mi abuelo, un auto muy bien conservado y que gracias a mi papá se mantenía casi intacto aunque últimamente era trabajoso estar arreglándolo constantemente a pesar de que no lo necesitábamos tanto.

En este tipo de ocasiones siempre te vienen a la mente recuerdos y momentos difíciles; personalmente recuerdo que todos los días mi papá me llevaba al colegio en él y así como mis amigos reconocían a mis padres, también era clásico el Toyota esperándome allí. Se puede decir que formó parte de mi niñez y era como un emblema de mi familia ya que todos se sorprendían que un auto del 83 se mantenga en buen estado, libre de choques y si no fuera por el modelo creo que nadie imaginaría que haya sido fabricado hace más de 25 años.

Sensaciones similares presenté cuando me mudé, y es que al igual que un auto, tu casa también forma parte de ti, de tu forma de vivir e incluso cómo piensas (no es lo mismo vivir en San Borja que en La Molina o en Ate). Yo me mudé 2 veces (una cuando tenía 10 años y otra hace 6 años al departamento donde vivo ahora); de la primera vez no recuerdo mucho pero de esa casa me quedan muchísimos recuerdos de mi niñez, toda mi vida transcurrió allí y puedo seguir visitándola ya que ahora mis tíos residen en la casa y cada vez que voy me encierro en el mundo de los recuerdos de mi niñez y las aventuras junto a mi prima con quien, como ya mencioné en un post anterior, viví cuando era niño. La segunda fue de la casa de mis abuelos que la vendieron hace unos años con mucha tristeza dejando en el camino unos años de mi vida y más de 20 años en el caso de ellos y mi mamá.

Cada vez que nos desprendemos de algo que nos pertenece queda un pequeño vacío, pasean por la mente los recuerdos y fantaseamos soñando despiertos y preguntando por qué tiene que ser así, las razones por las que sucede algo no las sabemos pero los momentos no se borran y esa pequeña parte realmente no se ha ido.