Es una sensación distinta. Esta selección peruana emociona y deja todo en la cancha, por eso no hay nada que reprocharles. Por primera vez siento que la derrota no duele tanto, que Perú a pesar de no merecer perder, dio todo de sí y no ganó por tener mala fortuna y un desastroso arbitraje que fue claramente en contra de Perú.
Básicamente perdimos por cosas puntuales y decisivas, no podemos permitir que nos hagan un gol en el primer minuto de partido y que nos pase lo mismo en el segundo tiempo. Los primeros 20' fueron, de lejos, los peores en la era Markarian, un Perú desconocido, que no marcaba bien y que tuvo para que lo goleen tranquilamente. Luego, ya con el marcador 2-0 en contra, la selección mejoró y fue arrinconando a la selección chilena, hubo 2 tiros al palo que bien pudieron ser gol, de igual forma el árbitro no cobró 2 penales (uno de ellos más claro que el agua), teníamos todo en contra, la hinchada, el árbitro y hasta la suerte.
En el segundo tiempo Perú salió decidido a acortar distancias pero volvió a recibir un gol en el arranque, esta vez fue un muy buen disparo de Gary Medel. Luego de este duro golpe, la selección peruana lejos de amilanarse por el abultado 3-0 (y además inmerecido) siguió atacando en busca del descuento, así encontró dos goles rápidamente y se puso 3-2 en menos de 15 minutos del segundo tiempo. Instantes después, nuevo error clave y penal a favor de Chile, a pesar de ser casi atajado por Fernández, el balón ingresa y es 4-2 que a la larga sería el definitivo. Perú siguió tratando el heroico empate que nunca llegaría pero el empuje hizo que se estrellaran 2 tiros más al palo, primero Cruzado y casi al final Chiroque. No había nada que hacer, la suerte no estaba de nuestro lado.
La selección peruana demostró que dará pelea y que es un rival difícil, con capacidad y fuerza mental que sabe reponerse a situaciones adversas. A nadie le gusta perder pero si das todo para evitarlo, eso se siente y se reconoce. Hoy la gente sigue entusiasmada y cree que es posible porque es un grupo que sabe lo que quiere y está mentalizado en el ansiado objetivo de clasificar a Brasil 2014. El trabajo de Markarian es magnífico, no solo ha logrado comprometer a los jugadores (incluso a los de afuera) sino a toda la afición, la cual le está brindando un apoyo nunca antes visto.
El camino será largo y derrotas como estas servirán bastante para poner los pies sobre la tierra y corregir los errores a tiempo, Markarian es un técnico sabio que saca conclusiones sea cual fuere el resultado. Como lo dijo siempre, ni cuando ganemos somos los mejores ni cuando perdamos somos los peores; tenemos las condiciones para creer que se puede y para ilusionarnos en una clasificación, solo hay que tener paciencia y saber que el largo camino clasificatorio no es nada sencillo pero con trabajo y orden se podrán conseguir grandes cosas.
Yo sigo creyendo en la selección peruana, ¿y tú?
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