El diferendo marítimo que ha llevado a Perú y Chile a la Corte Internacional de La Haya en Holanda pretende solucionar de manera pacífica el problema en la delimitación de la frontera marítima. Chile argumenta que la Declaración de Santiago de 1952 es un Tratado y por lo tanto fija el límite marítimo entre ambos; por otro lado, Perú asevera que solo fue un convenio para orientar a los pescadores y que en ningún momento se especificaron los límites de Perú y Chile.
Área en conflicto marítimo entre Perú y Chile |
Desde mi punto de vista el caso es bastante simple y se resume en que si realmente fue un Tratado de delimitación Chile tiene razón, caso contrario, Perú es el que está en lo cierto. Mi opinión es que muy poco creíble que Perú haya aceptado delimitar su frontera marítima de una forma tan inexacta e injusta por lo que salvo pruebas contundentes del país sureño, deberíamos tener la razón. Y esto creo se puede comprobar en base a lo que Perú pide a la Corte de La Haya, lo cual es simplemente que el límite se fije en una línea equidistante entre ambos países. A mi parecer, Perú está pidiendo lo justo, podría pedir más y estaría en su derecho por todo el tiempo que Chile se ha apropiado de nuestro mar y de nuestro territorio. Chile a lo largo de su historia ha sido un país que ha tratado de robar territorios que no son suyos (y lo ha conseguido), nunca ha respetado los tratados que no les favorecían y se ha mostrado en una actitud bastante autoritaria frente a sus países vecinos. La pregunta cae por si sola, ¿entonces justo ahora sí cumplen los "tratados"? Claro, porque no es justo para nosotros y a ellos les sigue dando lo mismo no delimitar una frontera porque no les conviene, así como se demoraron más de 30 años en devolver la ciudad de Tacna.
Allain Pellet coordinador peruano en La Haya |
Me parece, al igual que muchos, que la posición peruana es clara y contundente. Chile, en cambio busca armar su postura en base a piezas de distintos rompecabezas, tratando de confundir y engañar a la Corte. Han cambiado sus mapas a lo largo de la historia para favorecer su posición lo cual demuestra una actitud claramente desleal que favorece la transparencia peruana. El Perú, en cambio, ha tratado de resolver este tema desde el año 1986 (no justo ahora después de 50 años como los sureños quieren hacer creer a la corte) pero Chile no contestó durante más de 10 años para que finalmente concluyan que no tenían nada que negociar, la misma actitud soberbia que los ha caracterizado a lo largo de la historia. Esto llevó a que se diera esta demanda peruana en La Haya y que espero sea favorable para nosotros.
Más allá de lo que podamos opinar y defender peruanos y chilenos, el veredicto será dado por la Corte Internacional a mediados del año 2013 y su fallo será inapelable. Me preocupa que si el fallo favorece a Perú, Chile no quiera acatarlo. La historia ha demostrado que es muy probable que ello pase, desconozca el fallo y ni qué decir en caso nos quiera declarar la guerra. Creo que a inicios del siglo XXI, siendo las dos economías más prósperas de Sudamérica y teniendo un gran intercambio comercial y de inmigración, no nos podemos dar frenar ese crecimiento y poner baches en el camino con peleas sin sentido y que podrían deteriorar nuestra imagen internacional. Perú siempre ha sido un respetuoso de los tratados por lo que en caso se dé un fallo adverso (muy a mi pesar) no creo que deje de ser acatado; para Chile en cambio es una gran oportunidad para reivindicarse internacionalmente, para sacarse esa imagen de soberbia, de desobediencia y autoritarismo que siempre los ha caracterizado. Espero sea el fin de una relación que siempre ha estado llena de resentimientos, envidias y rencores y se dé paso al inicio de una verdadera época de cooperación y lealtad entre ambos países.
Más allá de lo que podamos opinar y defender peruanos y chilenos, el veredicto será dado por la Corte Internacional a mediados del año 2013 y su fallo será inapelable. Me preocupa que si el fallo favorece a Perú, Chile no quiera acatarlo. La historia ha demostrado que es muy probable que ello pase, desconozca el fallo y ni qué decir en caso nos quiera declarar la guerra. Creo que a inicios del siglo XXI, siendo las dos economías más prósperas de Sudamérica y teniendo un gran intercambio comercial y de inmigración, no nos podemos dar frenar ese crecimiento y poner baches en el camino con peleas sin sentido y que podrían deteriorar nuestra imagen internacional. Perú siempre ha sido un respetuoso de los tratados por lo que en caso se dé un fallo adverso (muy a mi pesar) no creo que deje de ser acatado; para Chile en cambio es una gran oportunidad para reivindicarse internacionalmente, para sacarse esa imagen de soberbia, de desobediencia y autoritarismo que siempre los ha caracterizado. Espero sea el fin de una relación que siempre ha estado llena de resentimientos, envidias y rencores y se dé paso al inicio de una verdadera época de cooperación y lealtad entre ambos países.
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