Los resultados casi confirmados del proceso de revocatoria del domingo han dejado muchas cosas para analizar. El objetivo principal se cumplió, que la alcaldesa no sea sacada de su cargo por un grupo de corruptos (liderado por Castañeda) que buscaban sus intereses propios (volver al municipio) engañando y aprovechándose del descontento de la gente con el mandato de Susana Villarán. Aquí las principales lecciones y conclusiones que puedo rescatar de las elecciones del 17 de marzo.
- La revocatoria es una herramienta muy poderosa (y peligrosa) para la población. A través de ésta, la gente hace sentir su malestar con la gestión de sus autoridades. El problema es que genera un gasto enorme que no siempre está bien fundamentado.
- La población debe respetar los procesos. Si se eligió una autoridad, aunque no nos guste, no podemos sacarla al poco tiempo salvo casos extremos de corrupción o asesinato. Creo que todos queremos que la mayoría de políticos se vayan (por ejemplo, los congresistas) pero tendríamos que pensar además en las futuras consecuencias. En el caso actual, hubieran sido 8 meses con un alcalde sin ninguna preparación, elecciones en noviembre y un nuevo alcalde para UN SOLO AÑO.
- La legislación debe ser cambiada I: deben ponerse vallas más altas para los que quieran revocar una autoridad. Solo 400.000 firmas es muy poco además de que nunca sustentaron bien los motivos.
- La legislación debe ser cambiada II: el proceso de revocatoria es muy complejo. Habían hasta cuatro escenarios posibles antes de la elección. El escenario que se daría es que la alcaldesa no sea revocada pero sí más de un tercio de regidores (probablemente 20) con lo que igual habrían nuevas elecciones. Eso es indignante, ningún ciudadano querrá ir a votar para elegir a regidores, simplemente A NADIE LE IMPORTA. La cartilla debió ser de un solo casillero (no de 40) y los resultados debían mostrar que se quede la alcaldesa (y todos los regidores) o que por el contrario se vayan todos.
- A pesar de todo lo malo del proceso, SÍ sirvió para que la alcaldesa se ponga las pilas. Que pida perdón y corrija sus errores, sea más comunicativa y demuestre por qué fue elegida. Espero que aproveche esta segunda oportunidad que se le está dando y contribuya a que la población confíe más en los resultados a largo plazo.
Si bien la gracia de las inminentes nuevas elecciones en noviembre nos costarán 500 millones de soles creo que servirá, a pesar de todo para darnos cuenta que esta legislación debe ser modificada y que gastos inútiles como éste solo causan una mayor ineficiencia, frena el crecimiento y avance que podamos tener.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario