Este miércoles se llevará a cabo la final de la Europa League entre el Sevilla de España y el Benfica portugués. Los españoles vienen de eliminar a sus compatriotas de Valencia con un gol en el último minuto del partido. Los de Lisboa, por su parte, vienen de eliminar al campeón italiano, la Juventus, a quienes privaron de jugar la final en su propio estadio. Si bien cada final es especial y tiene su dosis de emoción, en este caso, la aparición del Benfica en la final genera gran morbo por la llamada "maldición de Béla Guttmann".
¿Cuál es el punto de esta creencia? Resulta que Béla Guttmann era el entrenador húngaro del Benfica con quienes ganó la Copa de Europa (ahora Champions League) en 1961 y 1962. Luego del segundo campeonato, el DT pidió un aumento de sueldo indicando que la tercera temporada siempre es la más complicada. ¿El resultado? Su despido. Esto ocasionó que éste dijera "el Benfica no volverá a ser campeón europeo sin mí". Y que ningún club portugués ganará un torneo europeo en 100 años. Bueno, ya pasaron 52 años y el Benfica ha disputado 5 finales de Champions League (63,65,68,88,90) y dos de Europa League (1983 y 2013). Este miércoles tendrá una nueva oportunidad de romper el maleficio.
Final Europa League 2014 |
Si bien puede ser mera coincidencia, es raro que juegues tantas finales y nunca poder ganarla. Esto sin duda cargará más la mochila de los jugadores del Benfica que ya tendrán presión solo por jugar la final. Sin embargo, cabe preguntarse ¿qué posibilidades reales tiene los portugueses de llevarse la Europa League? Yo creo está 50-50 para cada uno. Tanto Sevilla como Benfica son buenos equipos pero ninguno con grandes plantillas con mucha superioridad sobre el otro. Por un lado, los españoles han tenido un muy buen segundo semestre luego del desastroso inicio en 2013; los portugueses en cambio, han mantenido regularidad a lo largo de la temporada y ganado con comodidad la liga y copa locales.
En unos días sabremos si por fin se quiebra la "maldición Guttmann". Personalmente creo que tienen una oportunidad única pero en el fútbol todo puede pasar.